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Orientación Vocacional: compromiso social de las Universidades públicas y privadas.

El Premio Nobel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa aseguró que la misión de la universidad no puede ser formar especialistas y contribuir a crear un mundo de seres incomunicados y autómatas porque ese sería un mundo donde la infelicidad se multiplicaría y haría más infelices y desdichadas a las personas. Mario Vargas LlosaAnte cientos de estudiantes universitarios reunidos en la Rectoría general de la Universidad Autónoma Metropolitana, el escritor peruano español dictó la conferencia “Poder y educación superior” en la que enfatizó que una de las tareas más importantes de las universidades es orientar a los jóvenes, desde los primeros años, a encontrar su verdadera vocación para hacer personas más felices. Vargas Llosa dijo que la universidad contemporánea ha ido adquiriendo otro tipo de deficiencias y una de ellas, peligrosísima, es el dedicarse a formar sólo especialistas. Sabe que los conocimientos se han diversificado y crecido de tal modo que incluso en una sola profesión uno no puede saberlo todo y por lo tanto la especialidad es una necesidad del conocimiento contemporáneo. Sin embargo, dijo que hay muchos riesgos pues los especialistas son personas encarceladas dentro de un saber que los incomunica con todos los demás que no comparten ese saber. “Un mundo de especialistas es un mundo de autómatas, de seres que saben mucho en profundidad de aquello que es su especialidad pero no saben nada de los demás, eso puede provocar que la sociedad se fragmente cada vez más en unos islotes de seres incomunicados”. Vargas Llosa aseguró que ante la especialización sólo pueden ayudar las humanidades, las artes y las letras. “La universidad no sólo no debe propiciar ese tipo de especialización, sino combatirla enérgicamente promoviendo aquellos saberes o quehaceres que en lugar de especializar, aislar e incomunicar a los seres humanos les recuerda que forman parte de un conglomerado y que lo que comporten es mucho más importante”.

Dijo que “las humanidades nos recuerdan que en lo fundamental somos los mismos, tenemos las mismas reacciones”, señaló el narrador, ensayista y periodista que estará en México durante varios días.

Vargas Llosa reconoció que las universidades son las únicas que pueden promover esa cultura; sin embargo, dijo que los programas de educación que formulan los gobiernos promueven cada vez más la especialización y las humanidad aparecen como quehaceres prescindibles y como un obstáculo para conseguir la eficacia.

La cultura hace menos infeliz

Luego de hacer un recuento por su vida estudiantil, de sus años en la Universidad de San Marcos en tiempos de dictadura, donde vivían el acoso, pero también eran testigos de la censura, Vargas Llosa dijo que “la cultura nació fundamentalmente para defendernos contra la infelicidad”. El autor de Conversación en la Catedral y El paraíso en la otra esquina aseguró ante estudiantes de todo el país e incluso a Jóvenes Creadores del Fonca, que la cultura ha sido creado por la humanidad como un mundo paralelo al mundo real que expresa aquello que el mundo real es incapaz de ofrecer. El hombre lo ha hecho a través de sistemas de inteligencia para entender de dónde venimos, a dónde vamos, qué somos, qué estamos haciendo aquí, qué cosa es la vida, qué cosa es la condición humana, qué cosa es la muerte. Vargas Llosa también habló de la necesidad de combatir las injusticias sociales. “Desde luego que hay que tratar por todos los medios de tener una sociedad donde haya igualdad de oportunidades y no hay menor instrumento para conseguirlo que la educación. Una buena educación garantiza extraordinariamente ese espectro de posibles elecciones dentro de las cuales puede estar aquella que concuerda más íntimamente con lo que somos y con lo que queremos”.

Por el buen camino

Para el Premio Nobel de Literatura 2010 la igualdad de oportunidades en el mundo actual está regulada con la identificación, con el éxito económico, pero eso empuja más bien hacia la desgracia y la infelicidad, que es uno de los grandes problemas que existe en la cultura de nuestro tiempo. Ante lo cual, exhortó a las universidades a trabajar en la que considera una de sus tareas fundamentales: orientar a sus jóvenes estudiantes a encontrar su verdadera vocación. “La universidad tendría que orientar desde los primeros años a los jóvenes para que pudieran encaminarse en esa dirección, a pesar de que la cultura de nuestro tiempo nos empuja a elegir una profesión pensando sólo en el beneficio económico”, dijo. El intelectual, que antes de su conferencia magistral se reunió con alrededor de 50 personalidades de la educación y la cultura, será el encargado de clausurar hoy el Congreso Internacional de Innovación Educativa 2011 con la conferencia “Educación y democracia”, recibirá mañana la orden mexicana del Águila Azteca en grado de insignia, de manos del presidente Felipe Calderón y el gobierno del Distrito Federal lo nombrará Huésped Distinguido. Además ofrecerá dos funciones de la obra Las mil noches y una noche.